El escritor español, radicado en los Estados Unidos, Benito Del Pliego compartió con nosotros en el podcast de Minúsculas. También tuvo la  cortesía de facilitarnos algunos de sus  poemas.

Benito es autor de los libros Fisiones, Alcance De La Mano, Fábula, Pozos De Lectura, entre otros. También ha publicado  ensayos y trabajos gráficos junto a otros. Asimismo, desarrolla una carrera como traductor de español e inglés. 

A continuación te compartimos una selección realizada por el mismo Benito para Minúsculas.

30.08.07

1.

rocas con agua

Se esfuerza porque nada de lo escrito quede, porque pasen letras como el agua pasa sobre la piedra y pasan y pasan y pasa y moldea. No con cincel, no con lija, no con buril ni cepillo; agua con agua en la que la rama se lava y luego se arrastra hasta el agua y luego se pudre y luego luego. 

2.

concreto rompiendose

Sonidos y golpes, chasqueos, batacazos. 

Revienta o hace reventar, reinventa, se estrella contra la concreta sequedad. A simple vista es piedra, pero amotínase contra quien momifica, lame la cara falaz, su lengua armada ama hasta el derrame. 

Perforadora que deforesta, performática sin más, sinestésica, incapaz de paz.

3.

rio corriendo entre rocas

Abunda líquida, se restriega y aún así, no va a llegar y nunca llega. Allí va, una trasformación tras otra, como la edad. 

Portead, teclead; carácter tras carácter y otra palabra va, afuera. Gotea, mea, chorrito de orina su verbo crea su arrollo, arrollo de letras sobre laderas, arrollo del yo que en nada da, arrullo del agua sobre las piedras.

Mujer desintegrandose

Tuesday july 21st, 2009

La identidad

está en los dientes

Eduardo Milán

Idéntica pregunta: ¿será idéntica a sí la identidad?

La noche aquella de la repulsión y del desquicio, la noche de la arrasada toma de contacto con la dentada edad (la identidad): grieta o Y griega. La cansada extrañeza de lo que ya. Y ya no es la noche aquella sino el estar que se pregunta, otra vez el mismo, otra vez y otra vez él mismo.

Pero basta, basta de esperar que ese otro nos redima.

La misma pregunta, la misma ansiedad (la edad), la misma forma de saltar sobre las zarzas a ver si la sangre engrasa o devuelve el deber. Y uno le roba allí al otro el pan, y allí a uno le cercan, y allí una va y te dice “ven” y allí va, y allí la luz de la ansiedad (la edad). Escribe y quiere escribir, y que alguien conteste, y volver a escribir y escribir el mismo, el mismo despertar, la misma tendencia a detonar.

hombre con traje radioactivo

Helicópteros rocían agua en el reactor 3 y camiones cisterna se preparan para inyectar agua en el 3 y el 4

El Gobierno japonés ha decidido refrigerar por las bravas los reactores de Fukushima. Están perdiendo mucho agua. Las barras de combustible van a quedar al descubierto. Helicópteros rocían con agua de mar. El más peligroso contiene plutonio. Se trata de una auténtica lucha para evitar la fusión de los núcleos. Es demasiado dramático. No hay manera de contener el dramatismo apenas si es posible considerar la situación porque cómo se vive después? Una muerte que recuerdan demasiadas cabezas (al menos dos por persona), demasiados tumores. Llamativos los nombres cada cual a su modo atractivo Fukushima y Chernobyl eso sí no sé dónde el golpe de voz. La radioactividad, Mazinger Z, luego escuché lo del lobby, Mazinger Z y la propulsión. No tenemos ni idea de la profundidad del charco o sí y solo gente que, como yo, no se entera y el mundo es más sencillo (de destruir). Energía eléctrica. Culpa a tu batidora y a mi bombilla. Finalmente pequeños robots están asestando un golpe atómico (no hace falta dirty bomb) en Fukushima Nagasaki, Chernóbyl o Chernobil: su vileza su villanía. Aunque las radiaciones no han desaparecido, la autoridad considera que hay que intervenir. Los helicópteros solo podrán acercarse 40 minutos para evitar la contaminación. Una pantalla protege al soldado (televisión). La autoridad asegura que la primera fase ha funcionado y el agua llegó a la vasija. Pero también las que aparecen rotas en enterramientos dicen que alguien vivió allí, no que sigue allí alguien vivo. ¿Será semejante lo emocional? ¿Se podrá dejar también al descubierto el material radioactivo? ¿Vaciamiento de la piscina hasta que sea irreversible la fusión? ¿Será semejante al modo en que se toma la decisión? ¿Nos exponemos así a la radiacción letal? Fukushima, cherè no-vil, villa qué-herida. 

volcán en erupción

Atenas arde y no es la llama olímpica.

Es la furia que avienta la debacle, Victoria de Samotracia rociada en gasolina.

El papel del fuego en nuestra evolución, incorporación visceral del fuego que reduce, dicen, la necesidad de largos intestinos, y hace posible la digestión, la concentración para leer un libro, trazar caballos, manos y bisontes.

De nuevo la estufa ardiendo, la madera que mantiene el calor, la hoguera que aleja con su bondad al bonzo que se nos quema. Apenas Atenas.

Atenas arde y no es la llama olímpica. ¿Con qué manos, Victoria, apagarás tu fuego?

(de Dietario. 2008-2010, Amargord Ed, 2015)